jueves, 25 de septiembre de 2008

ARTÍCULOS PARA NO-DISEÑADORES

Cuatro pequeños artículos sobre todo lo que usted debe saber para desarrollar un buen proyecto en equipo con un diseñador.

1- Introducción
Después de varios años de trabajar en una compañía dedicada al diseño, he compilado algunas de las situaciones más frecuentes entre el cliente y el diseñador. En muchos casos el manejo de estas situaciones facilita obtener buenos resultados. Si usted ve a su diseñador como un consultor, como a su médico de confianza, como a su abogado confidente, es probable que el resultado sea exitoso.

Para empezar es muy importante aclarar que el diseño no es un problema de gustos o preferencias… Incluso no es un problema que dependa exclusivamente de la inspiración… El buen diseño, es la mezcla justa de los elementos… es la re-creación de la realidad por esto la modifica, la distorsiona, la refresca… El buen diseño genera emociones, ideas, sentimientos… Refleja conceptos, posiciones, ideologías… No se somete a fórmulas y está dispuesto a romper las reglas.

El diseñador es un estratega, que combina las variables de la realidad con conceptos de comunicación para mostrar algo que ya existe de una forma totalmente nueva.

Piense en esto: Si usted va al médico y pide que le recete Ambramicina, podría tener un médico irresponsable, que le receta el medicamento sin conocer el estado de su salud. Claro, existe la posibilidad de que usted realmente necesite Ambramisina, pero también es probable que exista un medicamento más avanzado, que usted no necesite este antibiótico, que usted sea alérgico, que usted tenga cierta extraña adicción, que sea hipocondríaco… Un buen diseñador es un consultor que debe diagnosticar sus necesidades a partir de una entrevista juiciosa y estructurada. El diseñador está para proponer soluciones de comunicación dentro del contexto de un problema.

Vea el diseño como una herramienta … En términos prácticos, un buen diseño es la diferencia entre que sus productos se vean baratos o caros, entre estar bien vestido y verse espectacular, entre ser visto y ser deseado.

2- No pida tres propuestas, pida un buen proyecto

Pregunta: ¿Le pide usted a sus abogados, 3 propuestas de contrato? ¿Le pide usted a sus médicos 3 propuestas de medicamento? ¿Le pide usted a su carnicero 3 modelos de corte de chatas? No. Usted pide el mejor contrato, el mejor medicamento y las mejores chatas.

Con el diseño es igual. Pida el mejor diseño. Dedíquele tiempo a analizar la situación, las necesidades, las opciones… Decisiones como el color, la tipografía o la imagen deben provenir de un concepto creado en equipo con su diseñador.

Piense desde su producto, no piense desde sus preferencias: Por ejemplo, a usted no le gusta el verde, pero su compañía vende espinacas… Qué hacer?

No piense en el verde… piense en sus opciones… Empáquelas en negro y dorado y duplique su precio, o envuélvalas en papel craft y ofrézcalas en mercados de alimentos orgánicos, o distribúyalas en bolsas transparentes y empacadas al vacío y haga negocios con la NASA. Son sus espinacas, y el éxito del diseño depende del contexto.

3- De tín marín ... cómo escoger un buen diseñador

Ya sea que usted esté buscando un diseñador freelance o una oficina de diseño, es importante que tenga en cuenta los siguientes aspectos:

Trabaje con un diseñador con el que se identifique.


Prefiera un diseñador brutalmente sincero a uno sospechosamente complaciente. No trabaje con alguien que le diga “si” a todo, “su mejor amiga no le va a decir que se ve gorda o que está mal vestida”.

Escoja a alguien que sea capaz de decirle que está equivocado a partir de conceptos y ejemplos.

Tome la decisión a partir del portafolio, preferiblemente de proyectos experimentales y/o personales, es en ellos donde se puede ver el verdadero alcance de un diseñador.

4- Pequeños consejos, grandes proyectos

A continuación encontrará algunas ideas que pueden servirle cuando inicie un proyecto con un diseñador.

Déjese sorprender. Corra riesgos. Enfóquese en compilar la mejor información de sus productos y servicios. Déle al diseñador la misión de interpretar y de crear soluciones innovadoras.

Lo que funciona para unos no funciona para otros. No se complique mirando exclusivamente lo que otros hacen. Use esta información a manera de inventario, y preocúpese por saber que funciona para usted.

Haber navegado en Internet no implica saber de Internet. Así como ser un fanático del fútbol no implica que usted sea el mejor director técnico. (Aunque este seguro de ello).

Invierta en fotografía. Un producto + una mala fotografía = un producto barato o malo.

Pensar en grande no implica invertir en grande. Invierta en grandes ideas con presupuestos moderados.

Si su logotipo lo hizo su hijo en Power Point, si no se ve bien en su versión en negro, si no se entiende cuando lo manda por fax, si tiene muchísimos elementos, si hace que su empresa se vea pequeña, poco seria, o ingenua… usted no tiene un logotipo.

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